LECTURAS DEL SÁBADO VII DEL T. ORDINARIO 25 DE MAYO (BLANCO O VERDE)

 

Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos.



Misa de santa María Virgen o san Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia*, o san Gregorio VII, Papa**, o santa María Magdalena de Pazzi, virgen *** MR, p. 914 (906) / Lecc. II, p. 366

SAN BEDA EL VENERABLE PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA

ANTIFONA DE ENTRADA

Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces Virgen para siempre.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios misericordioso, auxilio en nuestra fragilidad, para que, quienes celebramos la conmemoración de la santa Madre de Dios, con la ayuda de su intercesión nos veamos libres de nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo …

LITURGIA DE LA PALABRA


Mucho puede la oración insistente del justo.

De la carta del apóstol Santiago: 5, 13-20

Hermanos míos: ¿Sufre alguno de ustedes? Que haga oración. ¿Está de buen humor? Que entone cantos al Señor. ¿Hay alguno enfermo? Que llame a los presbíteros de la Iglesia, para que oren por él y lo unjan con aceite, invocando al Señor. La oración hecha con fe le dará la salud al enfermo y el Señor hará que se levante; y si tiene pecados, se le perdonarán.

Por lo tanto, confiesen sus pecados los unos a los otros y oren los unos por los otros para que se curen. Mucho puede la oración insistente del justo: Elías era un hombre igual a nosotros, y cuando oró con insistencia para que no lloviera, no llovió en tres años y medio; volvió a orar, y el cielo dio su lluvia, y la tierra, sus cosechas. Hermanos míos, si alguno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver al buen camino, tengan presente que quien hace volver a un pecador de su extravío, salvará su propia alma de la muerte y sepultará una multitud de pecados.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 140

R/. Que sea, Señor, mi oración como el incienso.

A ti clamo, Señor, acude pronto; cuando te invoco, escucha mi plegaria. Que sea mi oración como el incienso; como ofrenda, mis manos levantadas. R/.

Pon, Señor, en mi boca un centinela, un vigía, a la puerta de mis labios. En ti, Señor, están puestos mis ojos, no me niegues tu amparo. R/.

ACLAMACIÓN  Cfr. Mt 11, 25




R/. Aleluya, aleluya.



Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/

El que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 13-16

En aquel tiempo, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al venerar la memoria de la Madre de tu Hijo, te rogamos, Señor, que la ofrenda que te presentamos nos transforme, por la abundancia de tu gracia, en ofrenda permanente. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de santa María Virgen, pp. 531-535 (527-531).

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 49

Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre.

ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

Ya que nos has concedido participar de la redención eterna, te rogamos, Señor, que, quienes celebramos la conmemoración de la Madre de tu Hijo, no sólo nos gloriemos de la plenitud de tu gracia, sino que experimentemos también un continuo aumento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:

*San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia MR, p. 749 (737)

Su vida entera transcurrió en la abadía de Jarrow (Inglaterra). La regla de san Benito prescribía: "Ora y labora". Este fue precisamente el ideal de san Beda. Se consagró a empresas intelectuales, como la historia de Inglaterra y de los mártires, y a comentar la Biblia. Ninguna ciencia le parecía extraña. Pero jamás sacrificó la oración por el estudio.
Del Común de doctores de la Iglesia, MR, p. 956 (948), o del Común de santos y santas: para un monje, MR, p. 971 (963).

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que iluminas a tu Iglesia con la doctrina de san Beda el Venerable, presbítero, concede, propicio, a tus fieles, ser siempre iluminados por su sabiduría, y ayudados por su intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo …

O bien:

**San Gregorio VII, Papa MR, p. 749 (737)

Este famosísimo "monje Hildebrando", que se convirtió en el Papa Gregorio VII (1073-1085), domina la historia de la Edad Media. Reunía una clara visión de las necesidades de su tiempo con un temple inquebrantable, y persiguió un objetivo único: arrancar a la Iglesia de manos del poder feudal y restaurar la disciplina entre los clérigos. El año de 1077 fue verdaderamente increíble: ¡El Papa excomulga y depone al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico!
Del Común de pastores: para un Papa, MR, p. 941 (933).

ORACIÓN COLECTA

Concede, Señor, a tu Iglesia el espíritu de fortaleza y el celo por la justicia con que hiciste brillar la vida del Papa san Gregorio séptimo, para que, apartándose del mal, practique cuanto es recto, con libertad y amor. Por nuestro Señor Jesucristo …

O bien:

***Santa María Magdalena de Pazzi, virgen MR, p. 750 (738)

A través de dolorosas purificaciones, esta religiosa carmelita florentina fue llamada por el Señor hasta las más elevadas experiencias místicas. Viviendo humildemente en pobreza, castidad y obediencia, llegó al Señor y por este camino condujo también a otras religiones (1566-1607).

Del Común de vírgenes: para una virgen, MR, p. 960 (952), o del Común de santos y santas: para los religiosos, MR, p. 973 (965).

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que amas la virginidad, tú que adornaste a santa María Magdalena de Pazzi, virgen, inflamada en tu amor, con celestiales dones, concédenos imitar los ejemplos de pureza y caridad de aquella a quien hoy veneramos. Por nuestro Señor Jesucristo …

Published in: on 24 May, 2024 at 15:35  Deja un comentario